La sala de grabación es una habitación insonorizada donde los músicos, junto a su instrumento correspondiente, interpretarán la obra, canción o tema que queremos grabar. También debe estar tratada acústicamente para poder desarrollar una gran presión sonora (por ejemplo con una batería) sin que los rebotes o sonidos indeseados se cuelen por los micrófonos.
Cuanto más cómodo se encuentre el músico, mejor será la grabación. Si la habitación está demasiado fria, el músico no podrá realizar su trabajo de una forma satisfactoria, ya que el frio impedirá un movimiento libre y relajado del músico. Ésto no sucederá si el músico que vamos a grabar se llama Pingu y viene de los mares del norte, pero generalmente grabaremos personas que se encontrarán más cómodas con una temperatura de entre 24 y 28 grados.
Cuando la temperatura es excesiva, la reacción natural del cuerpo es refrescarse con sudor, aunque en este caso, los dedos pueden resbalar y entorpecer la interpretación del músico, además, imagínate cómo puede oler esa habitación después de una jornada de grabación. Menos mal que hemos tenido en cuenta el tema de la ventilación, ¿verdad?.
Además de la temperatura, un factor bastante interesante a tener en cuenta es la iluminación.
En la mayoría de las casas nos encontramos con dos posibilidades en este aspecto: o encendemos la luz, o la apagamos. Eso está bien, pero imagínate un cantante tímido, y los demás componentes del grupo y trabajadores del estudio pendientes de lo que hace, de cómo lo hace, y sobre todo, pendiente de los posibles errores que cometa para poder tener un momento divertido a su costa (la confianza en algunos casos es muy mala).
Para que el cantante se pueda encontrar más cómodo, podemos apagar la luz, pero esto sería un inconveniente si tiene que estar repasando la letra de la canción o partitura mientras canta.
Para estos casos, es conveniente incorporar al sistema de alumbrado unos reguladores o dimmers, de este modo podremos regular la intensidad de luz y acomodarla para que el músico se encuentre más cómodo, y nosotros nos pondremos más contentos cuando llegue la factura de la compañía eléctrica, ya que al regular la intensidad de luz evitaremos gastos innecesarios.