Cuando grabamos, en realidad lo que hacemos es capturar y almacenar el sonido de modo que podamos tanto reproducir posteriormente el sonido original, como utilizar el sonido grabado en la creación de uno totalmente nuevo.
El proceso de grabación se puede dividir en dos formatos básicos:
- Grabación en vivo o en directo
- Grabación multipistas
Grabación en vivo:
La grabación en vivo a menudo supone la mezcla de recepción por micrófonos en un entorno en vivo o de “tiempo real” donde los músicos actúan juntos en un escenario o un estudio.
Grabación multipistas:
La grabación multipistas proporciona mayor flexibilidad en la producción de sonido. Lo hace permitiéndole al ingeniero grabar y aislar múltiples fuentes de sonido, añadir o quitar en cualquier momento, y no es necesario que todos los músicos se encuentren en el mismo sitio a la vez.
Un factor importante de la grabación multipistas es que permite tratar de forma personalizada cada una de las pistas, sin que ello afecte al sonido de las pistas restantes.
A su vez, dependiendo del tipo de grabación realizada, podemos dividirla en: